La nadadora Claire Michel, que compitió en la misma prueba que la argentina Romina Biagioli, tiene la bacteria e.Coli, y hace ya cuatro días que está internada.
El río Sena, por más esfuerzos que se hayan hecho para limpiarlo, no estaba en condiciones de recibir la prueba de triatlón de los Juegos Olímpicos. Varias atletas se quejaron por la contaminación de las aguas, una de ellas fue la argentina Romina Biagioli, y en las últimas horas se conoció la dura noticia de que una nadadora está hospitalizada.
La belga Claire Michel, quien compitió el pasado 31 de julio y finalizó en el 38° lugar, cayó enferma al poco tiempo y fue internada en una clínica, donde se comprobó que sufre una infección con la bacteria fecal Escherichia coli.
Ante esta situación, y en medio de toda la polémica, el Comité Olímpico Belga (COIB) y la federación de triatlón del país europeo confirmó que se bajan de la prueba de este lunes en equipo mixto: «Claire Michel, miembro del relevo, lamentablemente está enferma y debe retirarse de la competición».
En el mismo comunicado, las autoridades belgas criticaron duramente a París 2024 por la organización de esta disciplina, que se llevó a cabo en aguas con alto nivel de contaminación: «El COIB y el Triatlón Belga esperan que se aprendan lecciones para las próximas competiciones de triatlón en los Juegos Olímpicos. Pensamos en la garantía de los días de entrenamiento, los días de competición y el formato de las competiciones, que deben aclararse con antelación y garantizar que no haya incertidumbre para los deportistas, el entorno y los aficionados”.
Además de Michel, quien iba a buscar una medalla junto a Marten van Riel, Jolien Verveylen y Jelle Geens, en Suiza también lamentaron el retiro de Adrien Brifford por una infección gastrointestinal, aunque el equipo médico no confirmó que este problema fue ocasionado por la calidad del agua del Sena.
Quejas y polémica por la contaminación del río Sena
Si bien días atrás una ministra francesa chapoteó sobre la superficie para demostrar que la competencia puede llevarse a cabo, lo cierto es que las lluvias de los últimos días aumentaron el caudal del Sena, desbordaron las cloacas y el agua llegó hasta el río sin pasar por las depuradoras, lo que elevó el nivel de la contaminación por las bacterias fecales (la Escherichia coli y los enterococos).
«Me fui a dormir con la mentalidad de que se nadaba. Fue un poco inexplicable lo que pasó estos días. Fue un poco injusto porque no pude hacer el evento el año pasado y quería por lo menos probar cómo era la corriente. Cuando me tiré a probar el agua era muchísima, el plan tenía que ser tirarme para el medio porque a los costados no corría nada. Cuando volvés era fuertísima, no se avanzaba nada, fue durísimo. Tuve diez minutos para probarla, pero fue cualquier cosa, no poder probar el circuito no debería haber pasado», estalló la representante argentina, que terminó en el 47° puesto.
Y agregó la española Miriam Casillas, en el 33° peldaño de la clasificación: «La calidad del agua era muy discutible, nos han tratado como payasos. Si se hubiera pensado en la salud de los atletas no se habría hecho aquí. Es una pena. Debemos decirlo y no podemos quedarnos callado. Es una pena que no se piense en el atleta».