Valentín Oliva tuvo su gran noche en el Cilindro de Avellaneda: presentó su nuevo disco con una puesta en escena imponente, un público que cantó y bailó durante más de dos horas y media e invitados de lujo.
Tal como lo hizo Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota en 1998, Viejas locas en 2012 y La Renga en enero de este año, Wos tuvo su fiesta en el Cilindro de Avellaneda ante unas 40 mil personas. La excusa para este reencuentro con su público fue la presentación de su nuevo disco llamado Descartable, el cual sonó casi en su totalidad durante la larga noche de Racing.
El imponente escenario, que emulaba una especie de fábrica metalúrgica con una forma similar a un buque antiguo, era lo que más sorprendía a los que iban llegando al estadio. Incluso la estructura tenía varios elementos escondidos que irían apareciendo a lo largo del show y que le daban aún más impacto a la energía que ya de por sí transmite el músico.
La cita comenzó 21.40 con una performance de actores que bajaban de los costados de la gran estructura y trasladaban elementos metálicos sobre varias estructuras con ruedas. La única pantalla gigante, ubicada justo arriba del escenario, se encendió y los integrantes de la banda comenzaron a iluminarse, aunque no se veían en persona. Los primeros acordes empezaron a sonar y desde el piso, con una plataforma elevadora, emergió Wos para el delirio de la gente.
Las primeras tres canciones se respetaron a rajatabla como se grabaron en el disco: Nuevas coordenadas, Descartable y 7/8 sonaron en el mismo orden y tonalidad. Después todo fue variando con alternancias entre temas viejos y nuevos, hasta la llegada del primer invitado. Wos comenzó a cantar Niño gordo flaco y el público se ilusionó con lo que finalmente sucedió: Ca7riel irrumpió en el escenario mientras los fuegos artificiales se disparaban al cielo en perfecta sincronía.
Otro de los grandes momentos de la noche sucedió cuando sonó la canción Quemarás, que Valentín Oliva grabó junto al Indio Solari. En ese momento aparecieron fotos del excantante de los Redondos entre las sombras y el público coreó el clásico “Olé olé olé olé, Indio, Indio…” cuando finalizó el último acorde. “Gracias amigo”, expresó Wos al finalizar la canción.
Pero si de invitados del último disco se trata, el que no podía faltar en Racing era Dillom. Con su clásica voz y energía, el cantante ingresó al escenario en mitad de Cabezas cromadas y le puso su tinte en vivo. Pero la gran sorpresa de la noche fue la llegada de Natalia Lafourcade, quien viajó directo desde México para sorprender a Wos en Avellaneda. “Gracias por invitarme a tu mundo”, le dijo la cantante a Valentín mientras se fundían en un abrazo.
La gran noche también tuvo momentos para el freestyle, rubro que Wos conoce a la perfección y le permite demostrar una y otra vez por qué es un artista completísimo y no puede ser encasillado en un único lugar. De esta manera, y luego de pasar por casi todas las canciones nuevas, llegó el turno de Púrpura y Melancolía, para hacer saltar y bailar a todo el estadio. Y el gran cierre fue Canguro, que siguió consecuentemente con cantos contra Javier Milei por parte del público.