Natalia Melmann tenía apenas 15 años. Tras haber estado desaparecida por cuatro días en febrero del 2001, fue hallada asesinada en el bosque de las afueras de Miramar. La secuestraron, abusaron de ella y la mataron.
Pasaron 20 años de aquel día y la familia de la adolescente sigue reclamando Justicia: tres policías -Oscar Echenique, Ricardo Anselmini y Ricardo Suárez- y Gustavo «El Gallo» Fernández fueron condenados, pero aún hay asesinos libres. El principal reclamo es que «se juzgue a Ricardo Panadero de una vez por todas» y «que se investigue el quinto ADN o el quinto homicida en la causa de Natalia», aseguró Gustavo Melmann, padre de la joven asesinada.
El quinto ADN -perteneciente al único agresor de Natalia no identificado- es uno de los principales misterios que ronda hasta hoy. La esperanza de la familia es que un día aparezca el dueño de esa muestra que no coincidió con los que estaban imputados.
A poco de cumplirse 20 años del femicidio, este año la marcha para recordar a Natalia será de forma virtual por la pandemia de coronavirus. Sus padres invitan a que cualquier persona acompañe el pedido de justicia a través del posteo de una foto con un cartel bajo la consigna «20 años sin Nati» y si así lo desean pueden agregar alguna reflexión sobre el tema.
El cuarto acusado
En junio de 2018 se celebró un nuevo juicio, esta vez en el TOC 4 marplatense, a un cuarto policía acusado del crimen, Ricardo Panadero.
El hombre está imputado como coautor de los delitos de «privación ilegítima de la libertad por el uso de violencia, abuso sexual agravado por acceso carnal y por el concurso de dos o más personas, y homicidio doblemente agravado por haberse cometido para lograr la impunidad de los coautores de un delito anterior».
Los jueces del TOC 4, Juan Manuel Sueyro, Fabián Riquet y Jorge Peralta, absolvieron en ese proceso a Panadero porque consideraron que no pudo acreditarse la acusación y que «no se probó su coautoría en los hechos».
Este falló fue apelado por la Fiscalía General marplatense y por la fiscal de juicio, Ana María Caro, por entender que «existió una apreciación incorrecta del material probatorio» y que «se prescindió de elementos relevantes».
En la misma línea recurrieron la absolución los padres de la víctima y su abogado Federico Paruolo, al considerar que «se realizó un análisis sesgado y arbitrario de los elementos probatorios», en especial de una prueba de ADN realizada sobre un vello púbico hallado en el cuerpo de la víctima, que indicó que «se detectó compatibilidad con el análisis correspondiente a Panadero».
A partir de estos planteos, el 13 de noviembre, la Sala III del Tribunal de Casación provincial anuló la absolución y ordenó la realización de un nuevo juicio. Esa instancia está pendiente aun.
En el siguiente juicio, los familiares de Natalia exigirán que se lleve adelante con «perspectiva de género». (Filo News)