Uno de los acusados se quebró y declaró el lugar dónde habían enterrado el cuerpo.
El cuerpo de un cordobés que viajó engañado por una banda de delincuentes a San Rafael, donde le robaron el auto y lo mataron, fue hallado detrás de un cerro de esa ciudad mendocina, luego de que uno de los acusados del crimen reveló el lugar en el que lo habían enterrado, informaron fuentes policiales.
Se trata de Héctor Dionisio Aguilar (64), quien estaba desaparecido desde el 2 de julio pasado y cuyo cadáver fue encontrado por la Policía detrás Cerro Bola, en la zona de ruta 150 y Villa 25 de Mayo, en dicha ciudad del sur de la provincia de Mendoza.
«Uno de los acusados se quebró y declaró el lugar dónde habían enterrado el cuerpo», explicó a Télam una fuente de la investigación, en la que la principal hipótesis apunta a que la víctima viajó a Mendoza estafado por una banda de presos que lo convenció de realizar el envío de una suma de dinero a través de billeteras virtuales y que, una vez en San Rafael, lo mató para robarle su auto.
Desde hacía varios días que la Policía de Mendoza, con la ayuda de drones y perros adiestrados, realizaba rastrillajes en la localidad de Cañada Seca, en San Rafael, pero sin resultados positivos.
Aguilar, oriundo de la provincia de Córdoba, viajó a San Rafael engañado por un perfil de Facebook falso que se hacía pasar por una mujer y antigua relación casual, con la que creyó haber tenido una hija de diez años a quien quería conocer y ayudar económicamente, informaron fuentes policiales.
En el falso perfil, manejado por presos desde el interior de la cárcel local, lo convencieron de realizar el envío de distintas sumas de dinero a través de billeteras virtuales y viajar a conocer a su supuesta hija.
Desde el lugar donde fue encontrado esta tarde el cadáver, el fiscal de la causa que tramita en San Rafael, Javier Giaroli informó que «el cuerpo estaba tapado con piedras laja color amarillo», y no quiso dar la identidad del confesor «para no entorpecer la investigación».
«La confesión del detenido no fue a cambio de ningún beneficio carcelario, sino que esta persona tenía un profundo cargo de conciencia y quería que sus familiares tuvieran el cuerpo para poder enterrarlo», añadió Giaroli.
La causa se investiga como «homicidio criminis causa agravada por alevosía» y por el hecho la Justicia de Mendoza ya detuvo e imputó a cinco personas, cuatro de ellas por estafa y homicidio en perjuicio de Aguilar y la restante por encubrimiento.
«Si bien falta realizar las pericias de ADN y necrodactiloscopia, no hay duda que se trata de Aguilar por una prótesis e implantes que tenía y unos anteojos que estaban junto al cuerpo al que les faltaban un cristal que ya había aparecido en el auto de la víctima con sangre», aseguró el fiscal.
En tanto, para Giaroli, no hay dudas que «ha sido una muerte violenta, víctima de un homicidio» y sin dar detalles, afirmó que «hay heridas de arma blanca y golpes».
Según informó, Aguilar fue «engañado a través de un perfil falso de redes sociales manipulado por internos de la cárcel de San Rafael que lo convencieron que eran personas que lo conocían de antes y a quienes les transfirió mucho dinero a billeteras virtuales».
Luego «lo convencieron que viajara a San Rafael a encontrarse con una mujer los primeros días de julio cuando dejó de tener contacto con su familia», indicó el fiscal.
«Al arribar con su auto a la localidad de Cañada Seca, en San Rafael, en vez de encontrarse con la supuesta señorita fue abordado por un hombre que recientemente había salido de la cárcel, que se fue con el vehículo y salió a vender las autopartes», dijo el representante del Ministerio Público Fiscal.
Tras allanamientos y una silenciosa investigación, el auto fue hallado entero el 20 de julio con manchas de sangre en su interior que aún son investigadas.
La denuncia por paradero la inició uno de los nueve hijos del cordobés el 3 de julio porque su padre no aparecía desde el día anterior; pero fue una de sus nueras las que reveló que Aguilar le contó el 30 de junio que tenía ganas de viajar a San Rafael porque una tal Carla y su hija estaban pasando hambre, y que él se sentía muy solo.
Por ese motivo, su suegro le pidió que lo ayudara a hacer las transferencias a diferentes cuentas, porque él no sabía.
Los detenidos son Brian Ángel Ríos Quiroga (30), su mujer, Silvia Raquel Luffi (31); Alan Eloy Martínez Guevara (28), Hernán Ariel Oviedo Castro (31) quienes fueron imputados del delito de «estafa en concurso real con robo agravado por uso de arma y homicidio agravado por alevosía y por ser cometido por el concurso de personas en concurso ideal».
Además, Cesar Daniel Campos Carmona fue imputado por el delito de «encubrimiento agravado por la gravedad del hecho».