Teherán minimizó el incidente e indicó que no tenía planes de represalias después de que las explosiones resonaron sobre una ciudad iraní este viernes, en lo que fuentes describieron como un ataque de Israel.
La escala limitada del ataque y la silenciosa respuesta de Irán parecieron indicar un esfuerzo exitoso por parte de los diplomáticos que trabajaron incansablemente para evitar una guerra total desde un ataque iraní con drones y misiles contra
Israel el sábado pasado, interpretó la agencia de noticias Reuters.
Israel no mencionó este incidente, después de que se pasó días que estaba planeando las represalias
contra Irán por los ataques del sábado.
Los dos enemigos de larga data se encaminaban hacia una confrontación directa desde un presunto ataque aéreo israelí el 1 de abril que destruyó un edificio en el complejo de la embajada de Irán en Damasco y mató a varios oficiales iraníes, incluido un alto general.
La respuesta de Irán, con un ataque directo a Israel, no tuvo precedentes, pero no causó muertes y sólo daños menores.
Es que Israel y sus aliados derribaron cientos de misiles y drones.
Desde entonces, los aliados, incluidos los Estados Unidos, habían estado presionando fuertemente para garantizar que cualquier represalia adicional fuera calibrada para no provocar una espiral de hostilidades.
Los ministros de Asuntos Exteriores británico y alemán visitaron Jerusalén esta semana y los países occidentales endurecieron las sanciones contra Irán para apaciguar a Israel.
En una señal de presión dentro del gobierno de extrema derecha de Israel para una respuesta más contundente, Itamar Ben Gvir, el ministro de seguridad nacional de extrema derecha, tuiteó una sola palabra después de los ataques del viernes: «¡Débil!».
Dentro de Irán, las noticias sobre el incidente del viernes no mencionaron a Israel, y la televisión estatal transmitió analistas y expertos que parecieron desdeñosos ante la escala.
Un analista explicó a la televisión estatal que los minidrones pilotados por «infiltrados desde el interior de Irán» habían sido derribados por las defensas aéreas en Isfahán.
Poco después de la medianoche, «se observaron tres drones en el cielo de Isfahan. El sistema de defensa aérea se activó y destruyó estos drones en el cielo», informó la televisión estatal iraní.
El alto comandante del ejército Siavosh Mihandoust fue citado por la televisión estatal diciendo que los sistemas de defensa aérea habían apuntado a un «objeto sospechoso».
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, había advertido a Israel antes del ataque del viernes que Teherán daría una «respuesta severa» a cualquier ataque a su territorio.
Irán ya había advertido el jueves al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que Israel «debe ser obligado a detener cualquier nueva aventura militar contra nuestros intereses», mientras el secretario general de la ONU advertía que Oriente Medio se encontraba en un «momento de máximo peligro».
Por la mañana, Irán había reabierto aeropuertos y espacio aéreo que estuvieron cerrados durante los ataques.
Aún así, había alarma sobre la seguridad en Israel y otros lugares.
La embajada de los Estados Unidos en Jerusalén fue restringida y los empleados del gobierno norteamericano debían viajar fuera de Jerusalén, Tel Aviv y Beersheba «por extrema precaución».
En un comunicado, la embajada advirtió a los ciudadanos estadounidenses de una «necesidad continua de precaución y una mayor conciencia de la seguridad personal, ya que los incidentes de seguridad a menudo ocurren sin previo aviso».
NA