El Presidente participó del bloque regional en Montevideo, donde propuso promover el libre comercio y buscar una nueva fórmula que beneficie a todos los países miembros.
El presidente Javier Milei planteó hoy la posibilidad de promover el libre comercio ante los jefes de Estado de los países miembros del Mercosur al sostener que el bloque y sus restricciones “han sido un escollo para el progreso de los argentinos”.
Desde Montevideo, y tras el anuncio del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, el mandatario planteó: “El Mercosur que nació con la idea de profundizar nuestros lazos comerciales terminó convirtiéndose en una prisión que no permite que sus países miembros puedan aprovechar ni sus ventajas comparativas ni su potencial importador”.
“Este problema no es nuevo, pero si seguimos pretendiendo tratar de tapar el sol con las manos se volverá cada vez más difícil de solucionar”, continuó, al tiempo que pidió buscar una nueva fórmula que beneficie a todos los países para que puedan comercializar más y menor.
En la misma línea, en el marco de la LXV cumbre del bloque, el libertario amplió: “Ganemos autonomía sin dejar de respetar los acuerdos que nos hermanan y si eso es comerciar libremente entre nosotros, propongo que aflojemos las ataduras que hoy nos ahogan en lugar de fortalecernos”.
“Este bloque no puede seguir siendo un cepo que limite a nuestros países”, señaló, y propuso “dejar atrás esta etapa caracterizada por la mera administración de acuerdos, el exceso de regulaciones y la implementación de normas que frenan tanto el comercio interno como el resto del mundo”.
En un duro discurso, aunque moderado en las formas, Milei planteó: “Si el bloque no es un motor dinámico que facilite el comercio, que impulse la inversión y mejore la calidad de vida de todos los ciudadanos de nuestra región, ¿cuál es el sentido que tiene?”.
En compañía del ministro de Economía, Luis Caputo, el mandatario cuestionó el sistema de arancel externo común que apuesta a proteger la industria de los países miembros, y reiteró que la única defensa de las naciones es la promoción del libre comercio.
“El arancel externo común no solo encareció la importación de bienes productivos, volviendo a nuestras industrias locales más caras y en consecuencia menos competitivas, sino que nos cerró innumerable vías comerciales”, criticó.
Por su parte, remarcó que la rigidez del arancel externo común y las barreras para-arancelarias afectaron el comercio del bloque y el encarecimiento de la vida de los ciudadanos. “No es casualidad que desde mediados de los 90 hasta el presente la incidencia del Mercosur en el comercio mundial se ha reducido del 1,8% al 1,6%”, argumentó.
“Vecinos como Chile y Perú se abrieron al mundo y entablaron acuerdos comerciales con los protagonistas del comercio global, nosotros nos encerramos en nuestra propia pecera, tardando más de 20 años de cerrar un acuerdo con el que hoy festejamos, que aún dista de ser una realidad”, insistió.
Asimismo, y ante la mirada atenta de sus pares, se preguntó: “¿Cuántos mercados nuevos podríamos haber desarrollado si estuviéramos abiertos al mundo? No podemos darnos el lujo de dejar pasar oportunidades comerciales, las necesitamos como agua en el desierto”.
Para Milei, haberle dicho que no a la propuesta de Estados Unidos de cerrar un acuerdo de libre comercio con los países del continente, llamado Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), fue “un error” por lo que cuestionó severamente el rechazo de la decisión política de gobernantes como Néstor Kirchner, Hugo Chávez, y Luiz Inació Lula Da Silva, que lo miraba con atención en su exposición.
“Durante los últimos 20 años, nos hemos perdido la oportunidad de nuestras vidas, fuimos a contramano del mundo durante el ciclo de mayor integración comercial de la historia global, que redundó en el mayor desarrollo de países emergentes jamás visto», afirmó, y concluyó: “Mientras el resto del planeta se expandía gracias al comercio, nosotros le dijimos que no a Estados Unidos, que ofrecía un acuerdo de libre comercio en todo el continente. Pero esa perorata disfrazada de nacionalismo le costó carísimo a nuestros ciudadanos”.