Situaciones como la pérdida de un trabajo, el fallecimiento de un ser querido o la soledad, entre otras, pueden hacer que Navidad y Año Nuevo se vivan con angustia. Qué recomiendan los profesionales.
Las fiestas de Navidad y Año Nuevo son una época de balances y reuniones familiares que, por diversos motivos, muchas personas viven con tristeza o angustia. Los profesionales recomiendan darse tiempo para procesar y validar estas emociones, sin importar que uno pase esos festejos solo o acompañado.
«Más allá de estos días festivos, es muy importante tener en cuenta otras variables, el contexto, cuál es la realidad de cada persona. Hay un montón de situaciones que uno puede estar transitando y que claramente condicionan cómo puede sentirse», explicó a Bien de Domingo por C5N la psicóloga Evelyn Stroppa.
«Si uno no se siente a gusto al pasar la Navidad o el Año Nuevo acompañado, es muy importante priorizar y validar lo que a uno le pasa», subrayó. Agregó que, si bien antes los festejos en familia se sentían como una obligación, «ya hace un par de años que todas estas cuestiones se fueron modificando y es más sano para todos».
Para la profesional, «siempre es importante tener en cuenta que todos estos estados son transitorios. La vida de cada persona no es una línea recta sino un bucle con altibajos. Uno termina saliendo fortalecido, pero tiene que poder darse ese tiempo», remarcó.
«El tiempo acompaña todo proceso terapéutico y es fundamental para sobrellevar cualquier tipo de situación. No es bueno intentar adelantarnos. Tenemos que darnos tiempo y consultar con un profesional», recomendó. En ese sentido, brindó consejos para sobrellevar distintos temas que surgen en las fiestas: los conflictos familiares, la pérdida de un ser querido, la soledad y los balances de fin de año.
Conflictos familiares
«Por un lado está bueno, más que nada cuando uno tiene hijos, poder continuar con las reuniones familiares. Pero si no hay buen vínculo con una de las personas de la familia, ese niño o niña no la va a pasar tan bien», señaló Stroppa, quien recomendó «prevenir o empezar por un cambio de actitud».
«Por ejemplo, si yo me llevo mal con alguien y ya voy posicionada desde ese lugar, no la voy a terminar pasando bien, va a haber un ambiente tenso. El cambio lo tengo que empezar yo: tengo que intentar posicionarme de un modo distinto frente a esa persona para ver si genero un cambio en el otro», sostuvo.
Pérdida de un ser querido
La psicóloga afirmó que este tema es «muy delicado» y depende de varios factores. «Primero hay que ver la cercanía a la pérdida, si fue algo reciente o si sucedió meses atrás. También cómo fue esa pérdida, porque hay duelos anticipados y duelos que inician a partir de una muerte inesperada», diferenció.
Esto no se limita solo a las pérdidas físicas, ya que «podemos pensar en un duelo por la pérdida de un trabajo o porque me fui a vivir a otro país». «Uno tiene que priorizarse y el resto tiene que ser empático con la persona, respetar lo que le está sucediendo, si tiene ganas de compartir ese día festivo o no», indicó.
Aunque uno decida pasar las fiestas acompañado por el resto de la familia, Stroppa aconsejó «tener un momento del día para poder encontrarse con el dolor y llorar. Eso da mucho alivio y nos permite tal vez pasar a otra etapa», sostuvo.
Adultos mayores solos
En el caso de los adultos mayores que se encuentran solos, la profesional remarcó que «es muy importante que puedan involucrarse y reunirse con personas que tienen situaciones similares en el día a día, más allá de Navidad y Año Nuevo».
«Esto no es de un día para el otro. Uno tiene que ir sosteniendo estos encuentros para que, llegado el momento de las fiestas, si no está la familia, haya otras redes de contención. Siempre va a haber un amigo que te va a hacer un lugar en la mesa. Y si no te convocan, preguntar: ‘¿Ustedes qué van a hacer? ¿Puedo ir a su casa?’. Permitirse también eso», recomendó.
Stroppa aclaró que «también hay gente a la que la soledad no le pesa. Está la persona que se siente sola, que no quería ni esperaba esto, y está la persona que está acostumbrada a estar sola y es un poco una elección de vida. Hay que ver si la soledad tiene un costado negativo o positivo», analizó.
Balances de fin de año
¿Hacer balances de fin de año es bueno o malo? Para la psicóloga, «eso a veces sucede de una forma bastante inconsciente». «Hay casos en donde está bueno porque hay gente que posterga demasiado. Hay cosas que quedaron pendientes y uno piensa: ‘¿Por qué no lo logré? ¿Porque no pude o porque no quise?’. Esto nos permite dar un paso más en el próximo año», consideró.
Por otro lado, «hay gente que quizás mira para atrás y eso le genera angustia o malestar porque las cosas no se dieron de una manera. Pero creo que es un poco inconsciente y la mayoría de las personas terminan haciendo un poco ese balance, que a veces es positivo», concluyó.