El padre del principal sospechoso del femicidio de María Alejandra Abbondanza, cuyo cuerpo descuartizado fue hallado el sábado en Campana, se declaró inocente y admitió que su hijo le confesó el crimen. «Maté a una persona y la quemé en la parrilla», dijo Agustín Leonel Chiminelli, de 24 años, relató su padre, Carlos Rubén, de 69, ante la fiscal Ana Laura Brizuela, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Zárate-Campana, quien lo indagó como coautor del «homicidio calificado» de Abbondanza.
El jubilado aseguró que él no tuvo «nada que ver» con el femicidio, tal como poco antes había declarado en su indagatoria su esposa y madre del principal acusado, Liliana Sánchez, de 64 años. Sánchez declaró que ella se enteró de lo ocurrido cuando llegó la Policía a su casa. Sin embargo, fue su esposo el que se refirió al diálogo que él mantuvo en ese momento con el hijo de ambos, con quien conviven.
Un vocero judicial advirtió que, de acuerdo con la ley, los padres no pueden declarar en contra de sus hijos, por lo que los dichos del joven no cuentan como confesión.
El acusado se negó a declarar ante la fiscal Brizuela, quien dispuso que él y sus padres continúen detenidos como «coautores» del crimen, mientras los investigadores recaban elementos para resolver la situación procesal de los tres. En la casa donde fue hallado el cuerpo, la Policía Científica levantó 288 muestras que serán analizadas para establecer cuáles sirven para cotejos de ADN.
La investigación estableció que el 10 de septiembre una ex pareja del joven ahora detenido había realizado una denuncia en su contra en el Juzgado de Familia de Campana por violencia, hecho por el que se le había ordenado una restricción de acercamiento. En tanto, en redes sociales otra expareja, de nombre Milena, describió a Chiminelli hijo como un «psicópata». «Varias veces me vi muerta en manos tuyas Siempre supe lo que podías llegar a hacer vos y tus viejos», escribió la joven. La fiscal Brizuela citó a ambas mujeres a declarar como testigos.
El femicidio fue descubierto el pasado a la mañana en una casa ubicada en Moreno y Alberdi, de Campana. Abbondanza había sido vista con vida por última vez por su hija el viernes a la tarde, alrededor de las 17.30, cuando sacó a pasear al perro.
Una cámara callejera registró cuando Abbondanza ingresó voluntariamente a la casa de la esquina, donde residen los Chiminelli. Las cámaras también registraron cuando el presunto asesino salió de la casa con el perro y bolsas de basura. En los tachos de la cuadra, la policía halló una bolsa similar a las que había dentro del inmueble con una mancuerna, un buzo y una toalla ensangrentados.
Fuente: Página 12