Denuncias de malos tratos, ataques y violencia en la ANSES de Avellaneda ponen en evidencia un entramado de barras y poder en La Libertad Avanza.
La política bonaerense vuelve a estar en el ojo de la tormenta tras las graves denuncias que involucran a la estructura de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires. Exfuncionarios desplazados, vinculaciones con barras bravas y un atentado que genera más preguntas que respuestas configuran un escenario explosivo dentro del espacio que lidera Javier Milei.
Fabricio Martínez, exjefe de la barra brava de Deportivo Laferrere y actual coordinador de La Libertad Avanza en la tercera sección electoral, quien el pasado miércoles encabezó la primera reunión de la mesa política de Lomas de Zamora, se consolidó como una figura clave dentro del armado político del partido en territorio bonaerense. En nombre de Sebastián Pareja, el operador político de la Casa Rosada en Buenos Aires, Martínez estaría manejando una estructura que se extiende a organismos nacionales, como la ANSES.
Una de sus decisiones más polémicas habría sido la designación de Julián Jaime Laham como jefe regional de la ANSES en la zona sur del conurbano. Laham, quien ha transitado por diferentes espacios políticos (desde el kirchnerismo hasta el vidalismo), fue el encargado de desplazar a Martín Irrazabal, exdirector de la ANSES en Wilde, Avellaneda, quien denunció maltratos y manejos turbios en la institución.
El 7 de marzo, Irrazabal fue víctima de un ataque que despertó suspicacias. Mientras circulaba en su vehículo por Gerli, una moto se acercó y disparó directamente contra la luneta trasera. No hubo intención de robo ni intercambio de palabras, solo un ataque directo que las autoridades investigan como una posible emboscada.
Irrazabal, de 48 años y persona con discapacidad, denunció haber recibido amenazas tras su salida de la ANSES y había expuesto públicamente las malas condiciones de atención a jubilados y personas con discapacidad bajo la gestión de Laham. Además, alertó sobre un presunto sistema de recaudación ilícita dentro del organismo, vinculado a la facilitación de jubilaciones a cambio de pagos a ciertos estudios jurídicos.
Barras, política y negocios turbios
El crecimiento de la influencia de Fabricio Martínez dentro de La Libertad Avanza resulta inquietante. Su historial está plagado de episodios de violencia: desde haber sido víctima de un atentado con 35 disparos en 2022 hasta aparecer liderando a la barrabrava de Laferrere en un colectivo armado. Su participación en actos oficiales junto a Sebastián Pareja y su presencia en el lanzamiento de la ley anti-barras de Patricia Bullrich dejan en evidencia una contradicción dentro del gobierno de Milei.
Mientras la actual gestión promete «terminar con la casta», en Buenos Aires algunos de sus principales referentes están rodeados de acusaciones de amenazas, violencia y negocios irregulares.
El malestar interno y las fracturas en La Libertad Avanza
El caso de Irrazabal no es un hecho aislado. Dentro del armado bonaerense de La Libertad Avanza, crece el descontento contra Sebastián Pareja. Recientemente, según un informe periodístico una reunión por Zoom fue hackeada con la aparición de un video pornográfico mientras el operador político hablaba, lo que evidenció la falta de cohesión y las internas dentro del espacio.
A esto se suman denuncias sobre apropiación de terrenos, amenazas y maniobras irregulares con fondos de organismos nacionales, que podrían derivar en causas judiciales contra Pareja y su entorno.
El atentado contra Irrazabal, la influencia de barrabravas en la política y las denuncias sobre manejos turbios en la ANSES exponen una realidad alarmante dentro de La Libertad Avanza. Por ahora, el silencio oficial es absoluto. Mientras tanto, en la tercera sección electoral, las sombras de la violencia y los negociados siguen marcando el ritmo de la política.