Anunció los primeros lugares de su boleta. Mayans, Corpacci y Martínez, vices. No hubo llamado del gobernador Quintela, que aún no dio a conocer su nómina.
No hay nombres de camporistas puros para las vicepresidencias, un claro gesto de la exmandataria cuya jefatura quedó golpeada por la limitada adhesión al operativo clamor que lanzó el cristinismo: sólo cosechó el apoyo de su núcleo duro y no caló en el resto del peronismo, comenzando por los gobernadores y Axel Kicillof como símbolo de que suena una nueva canción.
De esta forma, un día después de un nuevo Día de la Lealtad que mostró al peronismo dividido, el cristinismo anunció que los presidentes del extinto FdT en el Congreso formarán parte de su lista. En la vicepresidencia primera aparece José Mayans, titular del interbloque del peronismo en el Senado, y en la tercera está el diputado Germán Martínez, jefe del bloque de Diputados.
Como vicepresidenta segunda aparece la senadora Lucía Corpacci, exgobernadora de Catamarca y una de las figuras que sonó para encabezar una lista de unidad, idea que quedó trunca. Era una salida por arriba del laberinto en el que se metió el PJ al aceptarle la licencia a Alberto Fernández, en medio del sinsabor que dejó la derrota electoral ante Javier Milei.
Mariel Fernández, intendenta de Moreno y referenta del Movimiento Evita, está anotada para la vicepresidencia cuarta. Por último, como representante sindical, figura Ricardo Pignanelli, secretario general de SMATA. La CGT tomó distancia de CFK: este jueves, no distinguió entre dialoguistas y opositores acérrimos a la Casa Rosada para encolumnarse, con su cúpula a la cabeza (Héctor Daer, Pablo Moyano y Carlos Acuña), detrás de Kicillof en Berisso.
En sus redes, La Cámpora reveló que comenzó la pegatina de afiches. El eslogan: «Para un peronista, nada mejor que Cristina al PJ».
Una lágrima sobre el teléfono
¿Esto significa que no habrá lista de unidad? Así parece. El culebrón del llamado no atendido continúa. Primero fue el secretario de CFK quien quiso comunicarla, pero el gobernador no la atendió. Fue mientras el cristinismo esperaba que, a último momento, Quintela aceptara bajarse.
Al desplante telefónico, impensado en un peronismo que hasta hace poco tiempo estaba digitado por la exmandataria, el riojano redobló la apuesta: anunció que le devolvería el llamado, pero no lo hizo, mientras anunciaba a los cuatro vientos su “voluntad inquebrantable» de presidir el PJ.
Con las pocas horas de tregua del 17 de octubre, mientras el cristinismo apuraba a Kicillof por una definición en la interna que el gobernador cintureó a lo Daniel Scioli, la expectativa estaba puesta en este viernes para que se concretara la demorada conversación entre CFK y el riojano.
¿Chau lista de unidad?
«Él cerró la posibilidad», le recriminan a Quintela en el Instituto Patria sobre una eventual lista de unidad (con el gobernador de vice, no como la táctica presidencial de 2019) que, por ahora, es una quimera. Sin antecedentes recientes de una interna en su vida institucional, en el peronismo no sólo preocupa el costo político sino también el financiero. Expertos en la materia calculan una erogación no menor a $ 500 millones, cuando el patrimonio del PJ no llega a la mitad, considerando el edificio de Matheu 130 y cuando el gobierno de Milei sólo acepta prestarle 3.200 urnas de las 6 mil que pidió.
Hubo dos comunicaciones informales este viernes, antes de la difusión de la lista, que presagiaban que CFK no esperaría a Quintela. Primero, la frutilla del operativo presión a Kicillof puesta sobre el postre por Oscar Parrilli: «Nos llama la atención que le dé lo mismo que presida el PJ Cristina o Quintela», lo chicaneó en AM 750, un textual que fue amplificado por el Patria.
La segunda fue la celebración de que, según los apoderados de la lista, Primero la Patria reunió más de 140 mil avales en una semana cuando sólo necesitaba 60 mil.
No es el único requisito a cumplir para presentarse en la interna. Como contó Letra P, Jorge Capitanich fue la llave que le dio a Quintela el quinto aval distrital necesario, en este caso del PJ chaqueño, para oficializar su lista bautizada «Federalismo y Justicia» ante la junta electoral partidaria. El exgobernador se mostró salomónico: avaló por carta también a CFK y remarcó, sin que le preguntara Parrilli, que entre ella y el riojano, se queda con Cristina.