El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, defendió hoy la nominación del juez federal Ariel Lijo para integrar la Corte Suprema y rechazó que sea parte de un supuesto «pacto de impunidad» del Gobierno de Javier Milei con la ex presidenta Cristina Kirchner.
El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, defendió hoy la nominación del juez federal Ariel Lijo para integrar la Corte Suprema y rechazó que sea parte de un supuesto «pacto de impunidad» del Gobierno de Javier Milei con la ex presidenta Cristina Kirchner.
«La prensa dice en muchas ocasiones pavadas», aseguró el funcionario en un encuentro del Rotary Club de Buenos Aires, al referirse a las versiones que circularon en ese sentido tras la nominación del magistrado para ser miembro del alto tribunal.
«Hablar de pacto de impunidad y atarlo al nombramiento de Lijo no me parece fundado», enfatizó Cúneo Libarona durante un almuerzo en el Libertador Hotel de esta ciudad.
Además, aseguró que no tiene relación con la ex mandataria, como sugirió una versión periodística: «No la conozco a Cristina Kirchner, nunca fui al Congreso (a encontrarse con ella) y la vi una vez a 10 metros en un acto que no sé si fue cuando juró Milei, entonces dicen cosas que no existen (por la prensa)».
«Esto de la impunidad a mí no me consta. Sí me consta que organismos como la Oficina Anticorrupción, la Unidad de Información Financiera (UIF) o yo jamás recibimos, y lo digo bajo juramento, ninguna limitación bajo ningún sentido. Por el contrario, lo que recibimos fue: ´Que trabajen los jueces´».
Sostuvo que la gente le pide por la calle que envíe a prisión a la ex jefa de Estado y al respecto, señaló: «Yo no puedo meter presa a Cristina Kirchner, yo soy ministro de Justicia y no tengo nada que ver con eso, pregúntenle a los jueces y a los fiscales».
En ese contexto, el ministro defendió la nominación que hizo Milei para la Corte Suprema y dijo que es «prerrogativa del Presidente» definir a un candidato. Según relató ante los presentes en el almuerzo, «Lijo estaba desde diciembre junto a otras mujeres en carpeta» para ser nominado y cubrir la vacante que existe en el máximo tribunal.
«¿Por qué Lijo? Yo lo conozco mucho a Lijo, porque de muy jovencito me atendía en mesa de entradas, después me lo encontré siendo juez federal y como juez federal siempre me llamó la atención varias cosas, primero el respeto y el cariño que le tenían todos sus pares, los secretarios lo admiran y todos los empleados lo quieren muchísimo», destacó Cúneo Libarona.
En ese sentido, remarcó que «los fallos del doctor Lijo son adecuados» y la Cámara Federal «le confirma el 70 u 80 por ciento». «Tiene sentido común, tiene lógica. Tiene las condiciones dadas para desarrollarse en este campo, aparte lo elige el Presidente, veremos qué pasa en el Senado», expresó.
«Mi sueño de cambiar la Justicia».
Comentó, además, que existe la alternativa de que se designe a una mujer para liderar la Procuración General de la Nación, en reemplazo de Eduardo Casal (interino).
El ministro también dijo que si bien nunca se imaginó que iba a ocupar un cargo público, asumió el puesto seducido por la ambición de Milei de torcer el rumbo de la Argentina y subrayó: «Mi sueño es cambiar la Justicia» de manera estructural.
Asimismo, remarcó que su primer gran desafío es la designación de jueces federales en los cargos que permanecen vacantes: alrededor del 33 por ciento del total, indicó.
Afirmó que el Gobierno está en proceso de enviar el pliego de entre 60 y 70 magistrados al Senado para avanzar con su nombramiento: «Estamos en eso», dijo al ser consultado por Noticias Argentinas al respecto. «Pero después de eso nos seguirán faltando alrededor de 200 jueces más», indicó.
«Estamos monitoreando y apurando esto que para nosotros es un papelón, que es la enorme cantidad de vacantes que existen en el orden federal, en jueces, fiscales y defensores», manifestó.
«Es inadmisible. Entonces hay que dedicarse a elegir sin política; es simple, es idoneidad, honestidad, dedicación y si sabe de derecho, mejor», agregó Cúneo Libarona.
«Hay que elegir jueces dignos, porque este país necesita jueces dignos», insistió el funcionario, que se mostró a favor de actualizar el Código Penal e impulsar en la Argentina un nuevo régimen penal juvenil, en medio de un debate que vuelve a estar sobre el tapete acerca de la edad de imputabilidad y la posibilidad de bajarla a 14 años.
Además, dijo que la política criminal de la Nación debería estar dirigida a las víctimas, que son las personas que sufren el dolor, en lugar de enfocarse en determinados sectores de la sociedad, «como los militares o las políticas de género».
Cúneo Libarona expuso por último el panorama con el que se encontró al asumir al frente del Ministerio: dijo que en la cartera convivían entre 6.000 y 7.000 empleados «que no sabíamos ni dónde estaban ni qué hacían».
«No andan los ascensores, está todo lleno de papeles, no hay acatamiento de horarios; pisos tomados por sindicatos, suciedad, se llevan el papel higiénico los viernes», recalcó, y agregó: «No había controles de horario, por eso pusimos unos controles biométricos, los rompieron, los pusimos de nuevo, con una cámara, y ahí no los rompieron», consignó.
Dijo que también se encontró con edificios que, según su opinión, «se pueden derrumbar en cualquier momento por la cantidad de papeles y papeles» que allí se acumulan.
NA