Fueron 124 los diputados que se sentaron en sus bancas, a tan sólo cinco del quórum. La mitad del bloque radical estuvo presente. Había sido convocada para tratar la emergencia presupuestaria en educación superior, movilidad jubilatoria y el restablecimiento del FONID.
La sesión especial pedida por Unión por la Patria para tratar la emergencia presupuestaria de las universidades públicas nacionales, la movilidad jubilatoria y el restablecimiento del Fondo Nacional de Incentivo Docente no alcanzó quórum, y se desarrolló con expresiones de minoría en el recinto de la Cámara de Diputados.
A las 11.30, cuando el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, dio por caída la sesión, se habían sentado en sus bancas 124 legisladores nacionales de los 129 necesarios para habilitar el tratamiento, entre ellos la mitad del bloque radical, un sector minoritario de Hacemos Coalición Federal y los cuatro diputados del Frente de Izquierda.
La convocatoria del bloque presidido por Germán Martínez tuvo lugar el día después de la masiva movilización en el centro porteño y en las grandes ciudades del país en el marco de la Marcha Federal Universitaria para denunciar el desfinanciamiento de la educación superior por parte del Gobierno de Javier Milei.
Si bien no alcanzó para votar los 27 proyectos que estaban en el temario (ninguno de ellos tenían dictamen, por lo que hubieran necesitado dos tercios de los votos, una cifra imposible de reunir para la oposición), el kirchnerismo logró al menos su objetivo de presionar a la oposición que fue a la marcha y dividirla.
El señuelo fue la inclusión en el temario proyectos que habían sido impulsados por diputados de distintas fuerzas de la oposición, que versan sobre temas que atraviesan transversalmente las preocupaciones de los bloques, y más aún con la crisis universitaria en ebullición.
De hecho, el dato político más impactante fue la fragmentación del bloque de la Unión Cívica Radical que preside Rodrigo De Loredo: de sus 30 diputados, 14 dieron quórum, una se sentó cuando se había caído la sesión (Gabriela Brouwer de Koning), y los restantes 15 decidieron ausentarse para no generar olas en medio de las negociaciones por la Ley ómnibus y el paquete fiscal.
En suma, los 15 radicales presentes en la sesión fueron Facundo Manes, Pablo Juliano, Pedro Galimberti, Marcela Coli, Fernando Carbajal, Jorge “Colo” Rizzotti, Natalia Sarapura, Manuel Aguirre, Carla Carrizo, Marcela Antola, Melina Giorgi, Danya Tavela, Mariela Coletta y Fabio Quetglas y la mencionada Brouwer de Koning que llegó tarde.
De Loredo, quien ayer fue duramente escrachado durante su participación de la marcha universitaria en Córdoba, cumplió con el Gobierno y logró que 15 diputados de su bancada no se sentaran en las butacas.
En el bloque Hacemos Coalición Federal, apenas cuatro de los 23 integrantes fueron de la partida. Los únicos que colaboraron para que hubiera quórum fueron los cordobeses Natalia de la Sota y Juan Brügge, y los socialistas santafesinos Esteban Paulón y Mónica Fein. Sorpresivamente, no estuvo en la sesión Margarita Stolbizer, que ayer había participado de la Marcha Federal Universitaria.
Tampoco estuvieron los cinco diputados de la Coalición Cívica, a excepción de Maximiliano Ferraro, quien llegó cuando la sesión ya había sido dada por caída por Menem.
Sí estuvieron los dos diputados del bloque “Por Santa Cruz” que responde al gobernador de esa provincia patagónica, Claudio Vidal: Sergio Acevedo y José Luis Garrido.
Sesión en minoría
Sin el quórum reglamentario, la sesión se cayó pero se desarrolló con expresiones en minoría. El primero en tomar la palabra fue Germán Martínez, quien recriminó la ausencia de los diputados que estaban «detrás de las cortinas” del recinto, especulando con ocupar sus escaños solamente si la sesión quedaba habilitada.
También reprochó a Hacemos Coalición Federal por la ausencia de la mayoría de sus miembros, y les recordó que en la sesión que había pedido el bloque de Pichetto por la movilidad jubilatoria, Unión por la Patria había asistido en un 98,5%.
“En este momento hay negociaciones de distintos bloques parlamentarios alrededor de la ley Bases y el paquete fiscal, con la novedad de que pueden llegar a meter de una manera rápida, como para que no se note, una reforma laboral”, lamentó el santafesino.
Según aseguró, “hay un plan para que este recinto esté siempre cerrado, a excepción de cuando lo piden los libertarios”.
“Nosotros tenemos que tener un gesto de rebeldía institucional; nosotros tenemos que tener el coraje necesario para poder convocar a otros, sin banderías políticas, pero con una clara concepción republicana de que queremos que este recinto esté abierto para defender los intereses de la República Argentina. No importa a quién votaron. Sigamos generando las condiciones para que los argentinos tengan aquí, en este recinto, las respuestas que estamos buscando”, remató Martínez.
Seguidamente, su compañera de bancada Blanca Osuna recordó que las últimas semanas recibieron en la Cámara a representantes de los sindicatos de trabajadores universitarios y de organizaciones estudiantiles, así como rectores.
«En cada una de las reuniones que fueron además intensas y ricas, recibimos reclamos, puntualizaciones concretas respecto a la disminución, congelamiento y ajuste que el sistema educativo está padeciendo”, señaló.
Pablo Yedlin se refirió a la inmensa concentración de ayer y repudió la actitud del presidente Javier Milei quien se burló de los manifestantes en sus redes sociales utilizando la expresión “lágrimas de zurdos”
“Hay quienes pueden creer que son lágrimas de zurdos, o de diestros, y que no tienen importancia, pero hay quienes como nosotros creemos que es la expresión de un pueblo que le pide al Gobierno que cambie el rumbo, que nadie tiene la verdad única en ningún lugar. Que no hay fuerzas del cielo y gente de bien y el resto de los argentinos al que se le pone en riesgo la educación pública. Somos todos argentinos, podemos tener visiones encontramos, pero hay cosas en las que estamos de acuerdo”, expresó.
Por parte de la UCR, el diputado Fernando Carbajal aseguró que no van a «ceder en la lucha por la defensa de la educación pública, de la autonomía universitaria y el necesario financiamiento que tiene que tener la universidad pública».
“La Unión Cívica Radical es un orgulloso sostenedor de las banderas de la educación pública, porque estamos verdadera y absolutamente convencidos de que el camino para la mejora de la sociedad es a través de la educación. No estamos dispuestos a retroceder un solo paso”, manifestó.
“No nos van a correr, por supuesto que vayan y hagan todas las auditorías que quieran, que controlen hasta el último peso a la universidad, que pongan preso a quien tienen que poner, pero eso no puede ser motivo para desfinanciar y dejar a los estudiantes sin la posibilidad del ascenso social. No lo vamos a permitir”, siguió el formoseño.
«Y lo cierto es que estamos frente a un gobierno cuyo discurso explícito es que no quieren la educación pública y quieren hacer desaparecer el Estado. Por eso estamos aquí en esta sesión y por eso estuvimos ayer en la marcha y por eso vamos a estar en cada una de las sesiones. Las convoque quien las convoque para defender la educación pública», señaló.
Finalmente el diputado formoseño pidió debatir todas las leyes en el Congreso y cuestionó a los legisladores que no dieron hoy quórum y prefieren «ir a la Casa Rosada».