Una impresionante exposición de cuatro toneladas de ropa desechada se presenta esta semana en la ciudad checa de Praga para crear conciencia sobre el daño al medio ambiente causado por los residuos textiles.
La enorme pila representa los desechos textiles generados por una familia promedio de cuatro miembros a lo largo de su vida, y subraya la huella de carbono anual de 10 ciudadanos checos si la ropa fuera completamente nueva, indicó el Ayuntamiento de Praga.
«Es bastante sencillo: la cantidad de desperdicios que una familia puede producir», señaló un residente local a la agencia de noticias Xinhua, al reflexionar sobre la exhibición.
Otro residente expresó cómo la muestra le hizo repensar sobre sus compras de ropa: «Realmente me hace considerar cuánta ropa realmente necesito antes de comprar cualquier otra prenda».
El Ayuntamiento de Praga reporta que cada ciudadano checo desecha en promedio de 10 a 12 kilogramos de textiles cada año.
A partir de 2025, las municipalidades checas deberán introducir programas para la recolección selectiva y reciclaje de desechos textiles.
La transición a una economía textil circular requerirá una nueva colaboración entre productores, minoristas, consumidores, procesadores de residuos y gobiernos locales.
Para seguir abordando el asunto, Praga celebró el martes una conferencia sobre ciudades y negocios circulares.
El evento reunió a expertos de compañías privadas, de organizaciones no gubernamentales y del Gobierno, para explorar soluciones sostenibles para la gestión y reutilización de residuos textiles en ambientes urbanos.
«Dedicamos el día debatiendo y continuaremos explorando las formas de reciclar residuos textiles. Nuestro objetivo es convertir estos desechos en productos útiles, como materiales aislantes o incluso ropa nueva», expresó Matej Chytil del Ayuntamiento de Praga.
NA