El código, que había sido aprobado por la Asamblea Nacional en julio y sustituirá la legislación vigente de 1975, fue objeto de una intensa campaña mediática y en redes sociales por parte del Gobierno a favor de su aprobación en en el feferendo en el que se alzó con casi el 67 por ciento de adhesiones.
Los cubanos aprobaron en referendo, con un 66,87% de votos, un nuevo Código de las Familias que legaliza el matrimonio y las adopciones igualitarias y la subrogación de vientres, lo que ubica a la isla comunista en la vanguardia de América Latina en esta materia.
El código, que había sido aprobado por la Asamblea Nacional en julio y sustituirá la legislación vigente de 1975, fue objeto de una intensa campaña mediática y en redes sociales por parte del Gobierno a favor de su aprobación en el referendo celebrado este domingo.
«Ganó el Sí. Se ha hecho justicia», dijo el presidente Miguel Díaz-Canel, en su cuenta de Twitter.
«Aprobar el #CódigoDeLasFamilias es hacer justicia. Es saldar una deuda con varias generaciones de cubanas y cubanos, cuyos proyectos de familia llevan años esperando por esta Ley. A partir de hoy seremos una nación mejor», añadió el mandatario.
Según el Consejo Nacional Electoral (CEN), ejercieron su derecho al voto 6.251.786 electores, equivalente al 74,01% del padrón.
Del total de 5.891.705 votos válidos, 3.936.790 fueron por el sí (66,87%) y 1.950.090 por el no (33,13%).
Pese al resultado a favor del código, la participación fue menos nutrida que la registrada para aprobar la nueva Constitución en 2019, cuando alcanzó un 90,15%.
Y se trata del porcentaje más alto de voto en contra que haya recibido el gobierno cubano.
«Tenemos que acostumbrarnos que en temas tan complejos, donde hay diversidad de criterios», en el país «también puede haber (…) un voto de castigo», admitió el domingo el presidente luego de votar.
Por su parte el politólogo cubano Rafael Hernández consideró que «el Código es un paso efectivo en la dirección de la justicia social» y estimó que es la pieza legal «mas importante en materia de derechos humanos» desde el principio de la revolución.
Se trata de una rectificación legal a la marginación que sufrieron los homosexuales que se siguió en la isla como política estatal en las décadas de 1960 y 1970, y cuya discriminación fue prohibida por la Constitución de 2019.
«Y al final ganamos!! #Cuba tiene Código de las Familias. Empieza el camino de hacerlo cumplir», dijo en Twitter, Maykel González, un activista y defensor de los derechos de los homosexuales.
Los resultados preliminares ofrecidos este lunes indicaron que hay una «tendencia irreversible», con el 66% de los votos contados hasta ahora a favor de la nueva legislación, indicó la presidenta del CEN, Alina Balseiro, en la televisión estatal.
«El Código de las Familias ha sido ratificado por el pueblo», afirmó, informó la agencia de noticias AFP.
La legislación precisaba más de un 50% de apoyo para ser validada.
Balseiro señaló que quedan pendientes por cerrar 36 circunscripciones fundamentalmente en el oriente del país, debido a las lluvias y el mal tiempo por la proximidad del huracán Ian.
El nuevo Código de las Familias cubano define el matrimonio como la unión «entre dos personas», abriendo la puerta al casamiento igualitario y a la adopción para parejas del mismo sexo.
También permite reconocer legalmente a varios padres y madres, además de los biológicos, así como la gestación subrogada, sin fines de lucro, en tanto suma otros derechos que favorecen a los niños, ancianos y discapacitados.
«Nuestro pueblo apostó por una ley revolucionaria, enaltecedora, que nos impulsa a conquistar la justicia social por la que trabajamos cada día Hoy somos un país mejor, con más derechos», dijo el canciller Bruno Rodríguez en su cuenta de Twitter.
Esta es la primera vez que una ley diferente a la Constitución es sometida a referendo en Cuba.
Los principales opositores a la votación se focalizaron en las iglesias cristianas, tanto católica como protestantes.
La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba criticó este mes la llamada «ideología de género», que sustenta muchos preceptos contenidos en la nueva legislación, como el matrimonio gay, la gestación asistida y la posibilidad de que los menores puedan iniciar un proceso clínico para cambiar de sexo.
En América Latina, el matrimonio igualitario es legal en la Argentina, Uruguay, Brasil, Colombia, Ecuador, Costa Rica, Chile y en varios estados mexicanos.
Cuba trató de introducir el matrimonio igualitario en la Constitución de 2019, pero el Gobierno tuvo que dar marcha atrás ante fuertes críticas de las Iglesias católica y evangélica.
En cuanto a la gestación subrogada, está autorizada en dos estados de México y en otros países se encuentra en un limbo legal, no está prohibida ni permitida.
Fuente: Télam