El animal falleció por el método médico conocido como eutanasia a causa del cuadro irreversible.
Según informó el Ministerio Público Fiscal provincial en su sitio oficial, el 11 de marzo, pasada la medianoche, la acusada habría abandonado al animal en la intersección de las calles Islas Malvinas y Las Heras de la ciudad de San Antonio del Oeste.
El can, cuyos nombres son «Tigre» o «Pilincho», presentaba un evidente desgaste físico e indicios de violencia y abandono, luego de ser hallada por una vecina.
La transeúnte radicó una denuncia y señaló que encontró al perro en estado esquelético, extrema deshidratación y desnutrición corporal, al tiempo que sufría un dolor generalizado que lo limitaba para caminar.
Además, el macho, que tenía características mestizas y atigradas, presentaba una temperatura corporal superior a los 39 grados y había decenas de heridas a lo largo de todo su cuerpo.
A pesar de haber recibido atención veterinaria, el personal médico sacrificó al perro mediante la eutanasia, ante el cuadro irreversible.
En este contexto, funcionarios del MPF atribuyeron a la sindicada la figura penal de crueldad animal, de acuerdo a lo establecido en el artículo 3 inciso 7 de la Ley 14.346 y el artículo 45 del Código Penal.
Algunos de los elementos que certifican el delito cometido son testimoniales, denuncias, documentos de veterinaria, fotografías, actas municipales e informes del área de zoonosis.
El juez de Garantías interviniente ordenó que la investigación se realice por el plazo de cuatro meses, al tiempo que impuso restricciones de acercamiento para que la imputada no tenga contacto con los integrantes de la Organización K-llejeros y también deberá fijar domicilio.
NA