La muerte ayer de Jesús Ociel Baena, juez de un tribunal electoral mexicano de identidad no binaria y activista de los derechos LGBTI, el primero del país y de América Latina, se produjo por cortes con una hoja de afeitar por parte de su pareja, quien luego se suicidó del mismo modo, según las investigaciones preliminares reportadas hoy por la fiscalía.
«Consideramos que primero se da la privación de la vida del magistrado y posteriormente la autoprivación de su pareja», dijo Jesús Figueroa, fiscal del estado de Aguascalientes, donde ocurrió la tragedia, al diario local Milenio.
Agregó que por ahora no había elementos que sugieran un «crimen de odio» ni tampoco evidencias de que «una persona diferente» haya intervenido en el hecho.
«Que no se descarte ninguna prueba y que también se tomen en cuenta análisis de contexto y otros elementos que nos permitan conocer la verdad», afirmó Félix Medina, encargado de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, en la habitual conferencia matutina del presidente Andrés López Obrador.
Medina pidió que el hecho se investigue conforme a unos protocolos previstos en casos de agresiones a la comunidad LGBT, recogió la agencia de noticias AFP.
Según las primeras pesquisas, las cámaras de seguridad de la casa de Baena muestran que los únicos movimientos detectados son los suyos y de su pareja, quienes llegaron en la madrugada del lunes.
Los cuerpos fueron encontrados unas siete horas después.
Baena, de 38 años, había denunciado amenazas en redes sociales por declararse una persona no binaria, es decir, que no se identificaba como hombre ni como mujer.
A finales de julio pasado, reveló que las autoridades le habían otorgado medidas de protección ante «múltiples ataques» y «amenazas de muerte».
El fiscal detalló que Baena tenía 20 heridas; una de ellas, la que le costó la vida, en la yugular.
Su pareja, a la que la fiscalía identifica como Dorian Daniel N, presentaba cortes en los dedos, aparentemente producidos por la manipulación de una pequeña cuchilla de afeitar con la que cometió el ataque.
Luego, se quitó la vida cortándose el cuello.
Baena, quien se hacía llamar «magistrade», fue la primera persona mexicana a la que se le concedió un pasaporte no binario.
Tras conocerse ayer el hallazgo de los cadáveres, en distintas localidades de México se realizaron manifestaciones de grupos LGBTI para denunciar que se trataba de un asesinato motivado por su identidad de género. (Télam)