Fue un 1° de marzo de 1820 cuando La Rioja declaró su autonomía de la provincia de Córdoba, a la que estaba integrada por ordenanza real.
Pero para llegar a ese punto hubo un largo y sangriento recorrido y que tuvo a los caudillos federales como principales hacedores de ese camino hacia la tan anhelada autonomía.
La Autonomía Provincial fue un proceso arduo, que tuvo diferencias de familias, intereses políticos y poderes económicos, internos y externos. En los años previos ya estaba germinando la conciencia del pueblo riojano de autodeterminarse.
Sobre esta conmemoración, el gobernador Ricardo Quintela sostuvo que «desde aquel entonces, nuestra historia fue una lucha constante por el reconocimiento de un país verdaderamente federal, donde todas las provincias tengan las mismas oportunidades de desarrollo. Hoy, seguimos reivindicando esa bandera con más fuerza que nunca, trabajando para que nuestra Rioja crezca con justicia social, con un Estado presente y con el protagonismo de su gente»
Agregó que «la autonomía no es solo un hecho del pasado, es una causa que nos une y nos convoca a seguir construyendo un futuro con más igualdad y más derechos para todas y todos».