En Tel Aviv, el exministro de Defensa Moshe Yaalon le adjudicó al primer ministro su responsabilidad por el ataque del 7 de octubre. Una sobreviviente del ataque, Elai Hogeg Golan, sostuvo que el mandatario financió a Hamas durante años y permitió así la masacre.
Miles de personas se manifestaron este sábado en distintas ciudades de Israel para pedir un acuerdo para la liberación de los rehenes israelíes secuestrados por el grupo islamista palestino Hamas que continúan retenidos en la Franja de Gaza, así como la dimisión del primer ministro Benjamin Netanyahu y la convocatoria de elecciones anticipadas.
En Tel Aviv, 18 personas fueron detenidas después de que manifestantes con antorchas intentaron romper una barricada policial en la calle Kaplan.
Según la fuerza policial, los manifestantes bloquearon carreteras en zonas fuera de los límites preaprobados de la protesta y se enfrentaron a los uniformados cuando se les ordenó que se movieran, detalló el diario The Times Of Israel.
A la vez, en esa ciudad hubo también una concentración ante el cuartel militar de Kirya, en la que al principio se guardó un minuto de silencio por los más de 500 militares muertos desde el 7 de octubre.
En el acto participó el exministro de Defensa Moshe Yaalon, quien le adjudicó a Netanyahu su responsabilidad por el ataque perpetrado por Hamas en suelo israelí del 7 de octubre en el que murieron unas 1.200 personas y 240 fueron tomadas como rehenes, entre ellas una veintena de argentinos.
En represalia, Israel inició una operación militar en el enclave que dejó más de 29.606 palestinos muertos, en su gran mayoría, mujeres y niños, de acuerdo al último balance del Ministerio de Salud gazatí.
«La responsabilidad de los jefes de la Defensa es clara (…), pero usted, Netanyahu, usted está al cargo, así que usted es culpable», expresó Yaalon, según consignó la agencia de noticias Europa Press.
En la movilización, en la que también se protestó contra la ley que exime a los estudiantes ultraortodoxos del servicio militar, se pronunció el teniente Or Scheinberg, herido gravemente durante la guerra.
«Esta es nuestra oportunidad de renovar el contrato que teníamos. Nosotros, judíos y árabes, la derecha y la izquierda, vamos a hacerlo juntos (…). Pido al gobierno más fracasado de nuestra historia: márchense», sentenció.
«Nosotros, los reservistas, llevamos a este país sobre los hombros. Este Gobierno criminal se queda detrás nuestro. Pido a todos los reservistas que no se sientan a gusto protestando durante una guerra que lo hagan. Voy a ir al frente siempre que me convoquen porque amo a mi país, pero debemos unirnos para protestar contra este gobierno«, señaló.
A su turno, una sobreviviente del ataque del 7 de octubre, Elai Hogeg Golan, culpó a Netanyahu de haber impulsado a Hamas a la ofensiva y pidió que se convoquen a elecciones anticipadas.
Golan, quien pasó dos meses hospitalizada por inhalación de humo, aseguró que Netanyahu financió a Hamas durante años y permitió así la masacre, a lo que los asistentes contestaron con gritos de «¡Culpable!» o «¡Vergüenza!».
«Nos merecemos un líder acorde a este maravilloso pueblo», concluyó.
De igual modo, unas 1.000 personas marcharon con antorchas desde la residencia del presidente en Jerusalén hasta una plaza pública en el centro de la ciudad pidiendo la liberación de los rehenes y elecciones anticipadas.
«Lo más esperanzador que este gobierno puede dar a nuestro pueblo es un amplio consenso: una fecha para las elecciones que restablezca la confianza y la esperanza», dijo Eyal Gur, uno de los líderes de la organización Hogar Compartido, según recogió el diario Haaretz.
Alrededor de 400 manifestantes, entre ellos 100 familiares de los rehenes Yusuf y Hamza Alziadna, se reunieron en una céntrica plaza pública de la ciudad de Be’er Sheva, en el sur de Israel, para pedir la liberación de los rehenes.
Mientras, en la ciudad de Cesarea, en el norte de Israel, cientos de personas protestaron contra el gobierno en la calle donde vive el primer ministro israelí y pidieron por los rehenes.