Mientras el titular de la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rosatti, se apresta para asumir la presidencia del Consejo de la Magistratura, el Frente de Todos pide 90 días más para tratar el proyecto de reforma del órgano judicial que ya tiene media sanción del Senado.
«Sobre ese nuevo plazo, la Cámara de Diputados podría ir consensuando una metodología de tratamiento de la media sanción del Senado. Y todo se podría ir encauzando», sostuvo el titular de la bancada oficialista en la Cámara de Diputados, Germán Martínez, en un comunicado. «Si la CSJ le concede este plazo al Congreso, es porque tiene la predisposición a encaminar el tema», añadió, en esa línea.
«Si por el contrario -advirtió- este lunes el Presidente de la CSJ avanza asumiendo la Presidencia del Consejo – en función de la ley derogada en 2006– se configurará un escenario de enorme gravedad institucional».
En diciembre pasado, la Corte declaró inconstitucional la reforma aprobada por el Congreso en el año 2006 y emplazó al Congreso a sancionar una nueva norma en 120 días, plazo que venció el viernes pasado. De lo contrario, volvería a regir la composición vigente hasta el año 2006, con 20 miembros y la presidencia a cargo del titular del máximo tribunal de justicia.
El oficialismo presentó un proyecto, que eleva a 17 los miembros del Congreso, pero que no contempla la integración de la Corte. El mismo obtuvo la media sanción del Senado, pero no llegó a ser tratado en la Cámara baja antes de la fecha límite dispuesta por el máximo tribunal. Por lo tanto, este lunes, Rosatti quedó en condiciones de asumir la presidencia del órgano que, entre otros puntos, desgina y remueve jueces. En el medio, el Juzgado Federal Nro. 2 de Paraná impuso una cautelar -ante una presentación del diputado oficialista Marcelo Casaretto- que ordenó a los titulares de ambas cámaras -Cristina Kirchner y Sergio Massa- abstenerse de avanzar con las designaciones de los representantes del Congreso, que corresponden a la oposición, para completar la nueva composición del Consejo.
«Hoy es un día bisagra para el funcionamiento institucional de la democracia argentina», sostuvo Martínez, quien afirmó que si Rosatti asume la presidencia del órgano «se consolidará un hecho gravísimo para la vida institucional argentina». «Este lunes, la Corte Suprema de Justicia puede tomar decisiones gravísimas para la división de poderes y el funcionamiento de las instituciones», añadió.
«No estamos “embistiendo” ni realizando una “ofensiva” contra nadie. Al contrario: estamos advirtiendo y alertando sobre la gravedad institucional del escenario que se puede configurar hoy en la justicia argentina», aclaró Martínez. Y sintetizó: «Los posibles caminos están bien definidos. Darle tiempo al Congreso para legislar. O insistir en un escenario de gravedad institucional. Esas son las opciones».
Fuente: FiloNews