Un nuevo estudio realizado en Zaragoza determinó qué puede reducir, además, el riesgo de sufrir cáncer.
Cada vez somos más conscientes de la importancia que tiene hacer ejercicio para mantener una buena salud porque, además de ayudar a controlar el peso, la actividad disminuye los niveles de presión arterial y colesterol, potencia la masa muscular, fortalece los huesos y reduce las probabilidades de padecer enfermedades, como la diabetes e, incluso, problemas mentales.
Conocer cuál es la combinación ideal de ejercicio para reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares (ECV) o cáncer, puede contribuir a evitar la mortalidad precoz y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ofrece unas recomendaciones generales sobre actividad física en función de la edad del individuo y, en general, aconseja que se haga un mínimo de ejercicio de entre 150 y 300 minutos a la semana si se trata de actividad física aeróbica moderada, o entre 75 y 150 minutos si el ejercicio es vigoroso.
Ahora, un nuevo estudio liderado por el investigador de la Universidad de Zaragoza Rubén López-Bueno, encontró la combinación de ejercicio que reduce la mortalidad por todas las causas, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer en adultos. En la investigación, se analizaron datos de más de 500 mil personas con una edad media de 46,4 años a las que se siguió durante 10 años.
Los resultados del estudio español sobre el ejercicio y el riesgo cardiovascular
Los resultados se publicaron en JAMA Internal Medicine y revelaron que “las combinaciones óptimas para la reducción del riesgo de mortalidad por cáncer y ECV fueron más de 150 a 225 minutos de actividad aeróbica moderada (MPA), más de 0 a 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa (VPA), y dos o más sesiones de fortalecimiento muscular (MSA) por semana, o más de 300 minutos de MPA, más de 0 a 75 minutos de VPA y dos o más sesiones de MSA por semana, respectivamente”.
Las tasas de mortalidad ajustadas representaron una mortalidad aproximadamente un 50% inferior para la mortalidad por todas las causas y por cáncer y una tasa de mortalidad aproximadamente tres veces inferior para la mortalidad por enfermedades cardiovasculares.
Todo ello en comparación con el grupo de personas que no hacían ejercicio aeróbico moderado o vigoroso y realizaban menos de la actividad de fortalecimiento muscular recomendada. Según las conclusiones del trabajo, “los niveles de MPA y VPA superiores a los recomendados pueden reducir aún más el riesgo de cáncer y la mortalidad por todas las causas, respectivamente”.
Cómo se seleccionaron los participantes en el estudio sobre mortalidad y riesgo cardiovascular
Para realizar el estudio, se agruparon datos procedentes de 22 rondas consecutivas de la Encuesta Nacional de Salud de los Estados Unidos (NHIS; 1997-2018), una encuesta representativa a nivel nacional de la población no institucionalizada en este país que se lleva a cabo cada año por el Centro Nacional de Estadísticas de Salud de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, y que también proporciona la aprobación ética de las encuestas y los procedimientos para el consentimiento informado.
Brevemente, se hicieron encuestas personales en los hogares seleccionados de grupos aleatorios a través de un procedimiento de muestreo estratificado, complejo y de etapas múltiples. De una muestra de 646.201 participantes se excluyó a aquellos que padecían enfermedades crónicas como cáncer, cardiopatías, enfisema o ictus, así como a los que carecían de datos, o no podían realizar actividad aeróbica intensa o moderada. Tampoco se tuvo en cuenta a los individuos en los que faltaban datos sobre patologías crónicas, estado civil, educación, consumo de alcohol, hábito de fumar e índice de masa corporal.