La cantora popular, referente de la musica riojana a nivel nacional e internacional, se presentó la semana pasada en una peña homenaje a la muerte del Chacho Peñaloza, junto a Los hijos de la Chaya y otrxs artistas. Antes paso por el micrófono de Medios Rioja, en una entrevista para el programa Emancipando a tu Hermana.
I.A: ¿Cómo construiste la identidad de Gloria de la Vega y los hijos e hijas de la chaya? ¿cómo surge esa idea?
G: Se fue construyendo en el trabajo que se hizo con los diferentes materiales discográficos. Ahora no se hacen mucho los discos, se graban menos temas, se proponen más temas con audiovisuales. Antes cuando se pensaba en los discos se pensaba en todo un concepto, en el nombre, siempre pensamos que mensaje podíamos dejar a través de nuestro trabajo. En el camino también encontrándonos con artistas en la faceta del arte con las artes visuales como Maricel Andrada. Doce años atrás se hizo un desfile que tenía temática, tenía que ver con el abordaje de elementos descartables y maneras de reciclaje, en ese momento le toco a ella la raíz indígena, todo su trabajo fue sobre nuestros pueblos originarios. Ahí nos encontramos y fui su modelo para poder lucir el vestido que hizo, un vestido obra con influencia de la cultura ciénaga y aguada, que fueron dos culturas que habitaron esta zona del país. A la par veníamos trabajando con el disco, empezamos a unirnos, se fue dando el camino. A partir de ese momento cuando tenemos un evento importante Maricel está presente, cuando vamos a otros países vamos con la vestimenta intervenida por ella con un montón de mensajes.
I.A: Las mujeres en la música se siguen abriendo caminos. El espacio en los escenarios estuvo cedido mayoritariamente para varones en el ámbito del folklore ¿Cómo atravesaste la transición de ver que las mujeres tenemos incluso una ley que dice que tenemos que tener una grilla equitativa?
G: Antes éramos esas pocas que nos conocíamos. Cuando tenía 16 años había empezado a escuchar a Las Brujas, con Bruja Salguero y otras cantantes. O mujeres como Raquel Tejada, Charito Carrizo, poco las conocíamos, nos escuchábamos entre nosotras. Más allá de que no había cercanía de amistad siempre nos prestamos atención, por lo menos yo. Los certámenes nos permitían escuchar otras chicas, pero en los grandes escenarios era muy difícil entrar. Hasta el día de hoy porque la industria musical impone la música que se difunde en los dispositivos, hay un producto y se prioriza eso. Hubo una militancia muy importante de la cual también formo parte, cuando se fue trabajando sobre la ley de cupo femenino en los escenarios. Fue un trabajo de una gran red a nivel nacional de muchas mujeres, agrupaciones y cantoras que fueron apoyando la ley que finalmente se aprobó. A mí siempre me gusto compartir y cantar con otras mujeres. Cuando era más chica no lo hacía, creo que a partir del momento del movimiento de mujeres comenzamos a compartirnos y disfrutarnos. Me nutro de las chicas más jóvenes que vienen con nuevos aires. Es una ida y vuelta.
I.A: ¿Cómo es el acompañamiento de tu familia en tus viajes a otros países?
G: Mi compañero es músico de toda la vida, siempre le gusto trabajar en producción. Se fue armando un equipo de trabajo, mi hija más grande Juli, estuvo expuesta desde chica a la música. Hoy en día forma parte de la banda, toca la batería. Crecemos juntos en familia. En los viajes largos tengo que llevar a mi hijo más chico, de 6 años. A veces es difícil porque viajamos mucho,
Seguimos insistiendo que se cumpla la ley de cupo femenino en los escenarios, a la par de que se entienda que el arte es una forma de vivir, la música es un trabajo.
I.V: ¿Te imaginas trabajando de otra cosa que no sea esto?
G: Es lo que me gusta hacer y de lo que trabaje desde chica. También trabaje en comercios, cada experiencia de la vida te va dando herramientas, incluso eso alimento mi mirada sobre la vida. También la influencia de lo que quiero decir a través de la música. También soy docente, trabaje en varias comunidades educativas con diferentes realidades sociales. Tuve experiencia en trabajo sindical y de representación de mis compañeras en el jardín. Todo ese camino que, si bien no es netamente musical, me ayudo a construir mi identidad. Por eso siempre valoro cada experiencia.