No voy a poder estar en Roland Garros y no jugaré los siguientes meses», advirtió el español, que ganó 14 ediciones del torneo más prestigioso sobre polvo de ladrillo.
En conferencia de prensa, Nadal admitió que no evolucionó favorablemente de la lesión en el psoas ilíaco de su pierna izquierda que sufrió en enero durante el Australian Open.
«Intuyo que 2024 será mi último año», agregó uno de los tenistas más ganadores de la historia, con 22 torneos de Grand Slam.
«No es una decisión que tome yo, es una decisión que toma mi cuerpo», agregó sobre su ausencia en su torneo predilecto, al que faltará por primera vez desde su debut allí en 2005, cuando conquistó su primer título.
Nadal, que el 3 de junio cumplirá 37 años, explicó también que su estado físico tras la lesión que se hizo en Australia en enero le empuja a poner «un punto y aparte» en su carrera para recuperarse en los próximos meses, antes de afrontar en 2024 su despedida del circuito profesional.
«Este sería mi objetivo: intentar parar para intentar encarar probablemente el ultimo año de mi carrera deportiva con al menos las garantías de poder disfrutarlo», explicó.
El anuncio de su decisión había generado una gran expectación, ya que Nadal llevaba semanas en una lucha contra el crono por intentar regresar a las pistas en la gira de tierra, la más importante del calendario para él.
Pero su recuperación no ha sido la esperada y finalmente no podrá estar en el torneo que se celebrará en París del 28 de mayo al 11 de junio. El mallorquín sumaba hasta ahora 112 victorias y solo tres derrotas (2009, 2015 y 2021) en Roland Garros, más una retirada en 2016 en el transcurso de la prueba por una lesión en la muñeca izquierda.
De baja desde Australia
Nadal, que fue padre el año pasado, no ha vuelto a competir desde que se lesionó el iliopsoas de la pierna izquierda durante el Abierto de Australia, donde se despidió en segunda ronda ante el estadounidense Mackenzie McDonald.
Inicialmente la lesión le iba a tener apartado de seis a ocho semanas, pero el tiempo de recuperación se ha ido alargando y ha tenido que ir renunciando consecutivamente a los torneos de arcilla en los que ha ido forjando su leyenda: Montecarlo, Barcelona, Madrid, Roma, y ahora París.
Su estado físico actual no le ha permitido siquiera apelar a su famosa capacidad de sacrificio para llegar al torneo parisino, como ya hizo en otras ocasiones en las que llegó mermado físicamente. Sin ir más lejos, conquistó la Copa de los Mosqueteros por 14ª vez en su carrera en 2022 pese a jugar infiltrado en su pie izquierdo, donde sufre dolores desde su juventud por el síndrome de Müller-Weiss.
Entonces sumó su 22º torneo del Gran Slam, un récord en el tenis masculino que ahora comparte con Novak Djokovic, desde que el serbio se impuso en Australia a comienzos de año. Se esperaba que París pudiera ofrecer un escenario para el desempate, pero no será posible.
Con esperanzas
El anuncio del español no fue, sin embargo, una sorpresa total. Cuando a mediados de abril anunció su baja para el torneo de Madrid, Nadal ya admitió que «la evolución no ha sido la que en principio» se esperaba.
Los meses de baja en este 2023 le han hecho caer al 14º puesto de la ATP. El pasado 20 de marzo salió del ‘Top 10’ del ranking por primera vez desde abril de 2005.
Y su balance de la temporada es famélico: una sola victoria y cuatro partidos jugados.
Pese a que las lesiones han sido una constante a lo largo de sus más de 20 años de exitosa carrera, los problemas no le han dado tregua desde hace un año, comenzando con su pie y acabando con la cadera, con dos desgarros musculares en el abdomen el verano (boreal) pasado.
En los últimos nueve meses, apenas ha jugado trece partidos.
Finalmente, los temores se cumplieron y los aficionados al tenis no verán a Nadal en París, aunque todavía quedan esperanzas de que regrese en 2024 y la final del año pasado ganada al noruego Casper Ruud no sea la última vez que pisó la Philippe Chatrier.