Una Ferrari 250 GTO de 1962 se vendió hoy en la ciudad de Nueva York por 51,7 millones de dólares, convirtiéndose así en el segundo vehículo de colección más caro adjudicado en una subasta, anunció la casa británica Sotheby’s.
Propiedad de «un coleccionista estadounidense desde hace 38 años» el ejemplar de este mítico vehículo deportivo italiano «superó la venta por unos 48 millones de dólares» de otro 250 GTO que fue vendido en 2018 también por Sotheby’s, consignó la agencia de noticias AFP.
Sin embargo, Ferrari estuvo por debajo del récord absoluto para un automóvil ofrecido en subasta, que corresponde a un Mercedes-Benz 300 SLR Uhlenhaut Coupé, vendido por 135 millones de euros en 2022.
Uno de los dos únicos ejemplares de este Mercedes deportivo, vendido en una subasta confidencial en mayo de 2022 en el museo del constructor alemán en Stuttgart, «fue el vehículo más caro jamás vendido» en el mundo en subastas públicas o privadas, precisó a la AFP un portavoz de RM Sotheby’s, la filial de autos de lujo.
El vehículo fue adjudicado «solo pocos minutos después de iniciada la puja», pero a un precio inferior a los «más de 60 millones de dólares» que Sotheby’s estimaba.
La 250 GTO es un automóvil deportivo y de competición, construido entre los años 1962 y 1964, y está considerado como uno de los «mejores automóviles de alto rendimiento».
El número 250 hace referencia a la capacidad en centímetros cúbicos de cada cilindro del motor y las siglas GTO significan en italiano «Gran Turismo Omologato» (Gran Turismo Homologado).
El legendario vehículo de la Scuderia, modelo 1962, terminó en segundo lugar en carrera de resistencia de 1.000 km en el circuito alemán de Nürburgring, y participó también en las 24 horas de le Mans, de la que el equipo se retiró por un daño en el motor, indicó RM Sotheby’s.
Luego de años de competencia en Italia, este deportivo con número de chasis 3765 y un motor de cuatro litros que desarrolla 390 caballos, fue vendido a Estados Unidos a finales de los años sesenta.
Modificado y restaurado, el vehículo cambió de propietario varias veces antes de terminar en las manos de un coleccionista de Ohio en 1985, quien lo vendió este lunes. (Télam)