Éste no solo reduce el riesgo de mortalidad, sino que también ayuda a tener una mejor calidad de vida en la vejez.
En la búsqueda constante por vivir más y mejor, los científicos han puesto sobre la mesa a lo largo de los años innumerables recomendaciones. Con el paso del tiempo, los expertos han apuntado a factores clave como una buena alimentación, un descanso adecuado y un buen control del estrés como elementos esenciales para una vida longeva.
Sin embargo, los resultados de un reciente estudio de la Universidad de Harvard han dado un paso más allá, señalando un hábito que, si se adopta antes de los 60 años, puede aumentar notablemente la esperanza de vida de las personas. Esta investigación, encabezada por la investigadora Xuan-Mai Nguyen y publicado en la Revista Americana de Nutrición Clínica, ha revelado que este hábito no solo reduce el riesgo de mortalidad, sino que también contribuye a una mejor calidad de vida en la vejez.
A lo largo de este análisis, se indagaron los estilos de vida de miles de personas, encontrando que aquellos que lo incorporaron lograron disminuir hasta un 50 % el riesgo de muerte prematura. El secreto no es otro que mantenerse activo físicamente. Te contamos más detalles a continuación.
Qué hábito debés tener antes de los 60 años para vivir más según Harvard
Mantener una rutina de ejercicio regular es el hábito estrella que los científicos de Harvard recomiendan incluir antes de los 60 años. Pero no se trata solo de ir al gimnasio o salir a correr de vez en cuando, sino de hacer del movimiento un pilar fundamental en nuestro día a día.
Según Nguyen y su equipo, la actividad física no solo ayuda a controlar el peso, sino que también mejora la salud cardiovascular, fortalece los músculos y huesos, y tiene un impacto positivo en la salud mental. El estudio subraya que no se necesita realizar ejercicios extremos o ser un atleta profesional para disfrutar de estos beneficios. Basta con incorporar actividades aeróbicas regulares, como caminar, nadar o montar en bicicleta, combinadas con ejercicios de fuerza, que ayudan a preservar la masa muscular y ósea con el paso de los años.
La influencia de mantenerse activo va mucho más allá de lo físico. El ejercicio regular también está vinculado con una mejor salud mental, ayudando a combatir el estrés y la ansiedad, dos grandes enemigos de la longevidad. Además, aquellos que se mantienen en movimiento suelen disfrutar de un sueño de mayor calidad, lo que a su vez mejora el bienestar general. En el estudio de Harvard, las mujeres que adoptaron este hábito antes de los 60 años experimentaron una reducción significativa en su riesgo de muerte prematura, y se estima que podrían ganar hasta 20 años más de vida.
Qué otros hábitos aumentan el tiempo de vida según Harvard
Pero, por supuesto, el ejercicio no es la única pieza del puzle. Además de mantenerse activo, el estudio identifica otros hábitos que pueden ayudar a prolongar la vida, como no fumar. El tabaco sigue siendo uno de los mayores factores de riesgo, y dejarlo o, mejor aún, no haber fumado nunca, puede reducir en un 40 % el riesgo de muerte prematura. La gestión del estrés también es fundamental. Mantener el estrés bajo control reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y mejora la salud mental a largo plazo.
Otro de los hábitos que el estudio recomienda es reducir el consumo de alcohol. Si bien no es necesario eliminarlo por completo, limitar las bebidas alcohólicas a un máximo de cuatro por semana puede disminuir el riesgo de mortalidad en casi un 20%. Además, mantener relaciones sociales activas y positivas es fundamental para una vida larga y plena. La soledad ha sido vinculada con problemas de salud mental, como la depresión, que a su vez puede aumentar el riesgo de enfermedades físicas. Compartir tiempo con amigos, familiares o participar en actividades grupales es un antídoto poderoso contra la soledad y el aislamiento.